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La confiabilidad eléctrica en EUA en el contexto de Covid-19 por Rosío Vargas

La confiabilidad eléctrica en EUA en el contexto de Covid-19 por Rosío Vargas

Todo indica que los impactos mayores serán para las economías desarrolladas como los Estados Unidos de América y la Unión Europea

Por: Rosío Vargas

La crisis generada por la pandemia del Covid-19 es, sin exageración, el mayor shock para el sistema energético mundial en al menos siete décadas por su impacto sobre la economía mundial, por lo que sus implicaciones permanecerán los próximos años. Las empresas, los inversores y los analistas analizan los alcances de este acontecimiento sin tener aun cifras sobre sus costos totales, si bien todo indica que los impactos mayores serán para las economías desarrolladas como los Estados Unidos de América (EUA) y la Unión Europea (UE).

Aun cuando la reducción de la demanda ha ocurrido en todo el sector energético, en lo que concierne al sector eléctrico esto resulta del paro de actividades económicas de los grandes usuarios de la industria, de las empresas consideradas no esenciales, de las escuelas y los edificios gubernamentales que permanecen cerrados, de sectores enteros de la economía, convirtiéndose en un asunto más importante todavía para el funcionamiento de hospitales, centros de acogida a pacientes y, el sector residencial mismo por ser el espacio del confinamiento de todos los habitantes del planeta.

Visto por regiones y por países la demanda de electricidad se desplomó entre un 2,5% a un 4,5% en Europa, Corea y Estados Unidos, en el primer trimestre de 2020.

El presidente de la federación de servicios eléctricos de Japón y presidente de Chubu Electric Power Co., Satoru Katsuno, señaló que la demanda de energía de Japón se debilitaba a medida que la actividad industrial se desaceleraba debido al brote.

El uso de energía en Italia cayó un 25% después de que el gobierno cerró las escuelas y les dijo a los trabajadores que se quedaran en casa.

En el Reino Unido el coronavirus y el paro de actividades asociado han visto en promedio una reducción del 20% en la demanda de electricidad en donde se intentan nuevos enfoques y acciones adicionales para gestionar la reducción de la demanda a fin de continuar entregando energía segura y confiable. La demanda diaria sigue en gran medida el mismo perfil, pero se reduce en aproximadamente un 10% en general, debido a los grandes consumidores industriales que están usando menos energía.2

De acuerdo con las estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda mundial de electricidad caería un 5%, con reducciones del 10% en algunas regiones y cierres parciales para todo el año 2020.

Los paros totales de la actividad económica han reducido la demanda diaria de electricidad en al menos un 15% en el Noreste de los EUA3, otras fuentes consideran que es un 13% para todo el país, las ventas minoristas de electricidad al sector comercial en un 4.7% en 2020 a medida que las empresas cierran y las ventas industriales desciendan un 4.2% cuando las fábricas suspenden la producción, si bien el consumo residencial probablemente aumentará el uso de electricidad bajo las órdenes de quedarse en casa.

Esto dañará a los generadores de electricidad, según la Administración de Información de Energía del Departamento de Energía de EUA. Incluso a los sectores de energía eólica y solar en rápido crecimiento.  A la par que las centrales eléctricas a carbón, que compiten con el gas natural, las energías renovables verán la mayor disminución durante el año 2020 (alrededor del 20 por ciento)4y, ralentizará su avance en los próximos meses en este país.

La resultante de esta situación es que los precios de mercado de la electricidad han caído5  por debajo de cero en los Estados Unidos y en varios países de Europa.

Ante tales cambios la entidad reguladora en los EUA ha emitido un ordenamiento con el objetivo de fortalecer la confiabilidad del sistema eléctrico en el país. 6La Comisión Federal de Regulación de Energía (FERC) y la Corporación de Fiabilidad Eléctrica de América del Norte (NERC) tomaron medidas para garantizar que los operadores del sistema eléctrico a granel 7puedan enfocar su recursos para mantener el sistema eléctrico y las luces encendidas durante esta emergencia de salud pública sin precedentes.

La FERC y NERC están utilizando sus atribuciones discrecionales en materia regulatoria para informar a todas las entidades registradas para que consideraren el impacto del brote de coronavirus en el cumplimiento de los Estándares de Confiabilidad.

Los organismo reguladores (FERC y NERC) reconocen la incertidumbres de una respuesta y la posibilidad de recuperación del brote de coronavirus por lo que continuarán evaluando la situación para determinar la extensión de fechas. Con ello pretenden garantizar que todas las entidades registradas incorporen tanto las preocupaciones por la salud como el bienestar de su fuerza laboral mientras se mantienen en la misión de suministrar energía a los consumidores de América del Norte.

El Departamento de Energía es responsable de implementar la ordenes ejecutivas también tiene la tarea de proteger la red eléctrica. La orden ejecutiva para proteger la infraestructura energética de los EUA tiene años de advertencias de los Departamentos de Seguridad Nacional y Energía sobre los impactos potencialmente desastrosos que los ataques exitosos a la red eléctrica podrían tener en el país y las crecientes amenazas de ciberseguridad de los estados nacionales que enfrenta la infraestructura energética de los EUA. Los ciberataques son otro factor de riesgo plenamente incorporado a la seguridad de las redes eléctricas en este país. Covid-19 eleva la tensión.

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CONCLUSION

Como hemos visto la demanda de electricidad esta siendo mucho menor de lo habitual, debido a una disminución en el uso de energía de los grandes consumidores industriales y áreas de gobierno en todo el mundo. Administrar el sistema energético durante los periodos de baja demanda esta resultando complicado, sobre todo cuando existe variabilidad en el flujo de energía ya que esta ejerce una presión sin precedentes sobre el sistema.

El supuesto de que una menor demanda facilita el trabajo, al suponer que con menos energía se tiene menos estrés en el sistema, es falso. De hecho, para el operador del sistema, es tan importante gestionar una menor demanda de electricidad, así como gestionar los picos: es un conjunto diferente de desafíos que deben planearse y resolverse.

Las fuentes de energía renovables, añaden estrés a estos sistemas debido a su naturaleza variable. Cuanto mayor es la penetración de los sistemas de energía renovable en las redes eléctricas modernas, se necesita más flexibilidad, capacidad de almacenamiento y capacidad de red inteligente para manejar picos repentinos de demanda. De lo contrario, hay un mayor riesgo de apagones y en casos extremos de colapso en el sistema.

Con la demanda eléctrica en mínimos, se necesitan menos generadores para satisfacer los requisitos nacionales de electricidad y puede optarse por los que funcionan a partir de las fuentes más estables (hidro, geotermia, por ejemplo). La tensión en la red debe ser la razón de la ralentización en la incorporación de la energía solar y eólica en los EUA.

Las herramientas nuevas que introducen mayor confiabilidad en las redes cuestan y su uso con frecuencia aumenta las tarifas de la electricidad. Sin embargo, la importancia de contar con energía eléctrica se convierte en un asunto de seguridad nacional, en el contexto del Covid-19.

Rosío Vargas

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